Por: Andrés Felipe García Gallego
Con una inversión total de 8 mil millones de pesos para lograr el saneamiento del Río Medellín, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá pretende entregar para finales de este año las obras de alcantarillados no convencionales e Interceptores en el municipio de Caldas.
Alcantarillados no Convencionales
El Proyecto de Alcantarillados no Convencionales que inició en el 2005 con el propósito de disminuir la contaminación de las quebradas por aguas residuales domésticas y la preservación de las microcuencas, es ahora un hecho. En el año 2008 la inversión alcanzó los 6.774 millones de pesos y con ella se evidenciaron los primeros resultados del proyecto.
Los beneficios van desde la descontaminación del río Medellín, el mejoramiento de la calidad ambiental por el manejo adecuado de las aguas residuales hasta la prestación del servicio de alcantarillado en un 95% en el municipio de Caldas.
Barbosa, Bello, Medellín y Caldas fueron otros de los municipios que integraron el proyecto con una inversión cercana a los 5 mil millones de pesos, donde además se logró un porcentaje de recolección de aguas residuales por encima del 85%.
En el periodo comprendido entre 2010 y 2011 se construyó la tercera fase de este proyecto en los municipios de La Estrella, Caldas y Girardota, con una inversión cercana a los 3.300 millones de pesos, beneficiando a más de3 mil personas.
Interceptores del municipio de Caldas
Con el proyecto de Interceptores del municipio de Caldas se pretende sanear el río Medellín a través de la construcción de una red paralela al río, a través de la cual se transportan las aguas residuales hasta la Planta de Tratamiento de San Fernando, donde son tratadas y descargadas nuevamente al cauce.
La primera etapa del Interceptor en el municipio de Caldas inicia en la quebrada La Rápida y termina en la quebrada La Raya. Actualmente alcanza una longitud total de 5.620 metros, en la cual el Área Metropolitana invirtió un total de 5.482 millones de pesos.
Hasta la fecha, las obras entregadas disminuyeron el riesgo de contraer enfermedades por acumulación de aguas residuales, la propagación de enfermedades por roedores, el deterioro del paisaje, las dificultades de saneamiento de la quebrada y la contaminación del recurso hídrico.
Vía: Metropol.gov.co
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