En Dadaab, territorio keniano, existe un campamento al cual han llegado más de 400.000 personas que a pesar de llegar a vivir en el desierto, tiene que luchar contra el acceso limitado al agua, al techo, a la comida y la deficiente higiene.
Médicos sin Fronteras, es una organización de especialistas que ha llegado a territorio keniano con el fin de brindar ayudas. Pero el panorama es desalentador, casi un 38% de los recién llegados sufre de desnutrición aguda.
Tomar acciones inmediatas en el caso de la desnutrición es complicado debido a la sequía que sufre el país, además del conflicto político. Incluso se plantea que si el clima cambia, es difícil combatir el grado de escasa alimentación de la población.
Informe: Semana.com
Imagen: ensegundos.net
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